La movida…
Conocí a Ijavito por una sesión que publicó en Facebook que me encantó. Generalmente, si veo una sesión que me gusta y me llama la atención o voy siguiendo un trabajo que me gusta ya sea de un fotógrafo, modelo, maquilladora o estilista no tengo ningún problema en mandarle un mensaje y reconocerlo, estamos acostumbrados a solo decir lo malo de las cosas y no lo bueno, así que, yo me niego, trabajo bien hecho, comentario positivo que va, sin intención de nada más que también pensamos que se dicen las cosas para conseguir algo a cambio, ¡no!
¿Por dónde íbamos? Ah, sí, que conocí a Ijvaito por un trabajo que publicó que me enamoró y empezamos a hablar.
Enseguida acordamos hacer una sesión, lo complicado, acordar fecha.
Pensamos hacer algo en el bosque y buscar estilista, maquilladora ya tenía, la gran Helena Molina que es un encanto además de buena trabajadora. Estilista… nos costó encontrarla y entre que unas iban y otras venían se nos pasó algún que otro mes, por lo que en la fecha que teníamos acordada tuvimos que cambiar de idea, nos había costado mucho cuadrar un sábado.
Iban pasando los días de la semana y no teníamos tema hasta que a Ijavito se le ocurrió sesión por Malasaña estilos años 80, Helena y yo, felices.
Llegó el sábado, quedamos en Tribunal, como siempre, yo puntual.
Tomamos algo y al lío. Helena me maquilló en plena boca del Metro de Tribunal, ante la atenta mirada de algunas personas que muy discretamente se quedaban mirando... aprovechamos luego la intimidad que nos proporcionaba una de las callejuelas para cambiarme de ropa y… ¡empezamos!
Es curioso como unos tacones y una minifalda te hacen cambiar.
Nos recorrimos muchísimas calles, pedimos una silla prestada y la plantamos en mitad de la carretera, corriendo el riesgo de que cada vez que teníamos todo para la foto, teníamos que quitarnos porque venía algún coche, jejejeje, paseamos y paseamos por las calles parándonos a cada instante porque no paraban de ocurrírsenos ideas, intentando sacar escenas chulas entre los olores que en algunos sitios te hacían casi, bueno, dejémoslo ahí, olores que suele haber en estos sitios... jejejejeje. Que había que tirarse al suelo, yo me tiraba al suelo, que había que descalzarse pues bueno, todo sea por la sesión...
Ijavito se empeñó en buscar un cierre porque tenía metida una fotografía en la mente y no paró hasta encontrarlo, jejejeje, finalmente he de reconocer que la idea estuvo bien.
Pensé que entre tanta gente me iba a dar más vergüenza, pero no, pasé bien la prueba, es increíble como se va transformando una y metiendo en su mundo sin importar lo que suceda alrededor.
Y así pasamos otra agradable tarde entre amigos, entre risas, creando fotografía y disfrutando con ella.
Continuará…
