Estaba cansada de muchas cosas, estaba cansada de ver solo un tipo de mujer siempre en todos los catálogos, estaba cansada de que nos vendiesen belleza solo en unas medidas, estaba cansada de tantas cosas, pero sobre todo, estaba cansada de verme solo como una necesidad de los demás en vez de como una necesidad mía.
Hoy hace, bueno exactamente hace dos días que me puse delante de una cámara por primera vez.
Lo hice sin saber más, porque quería, quería descubrir la mujer que habitaba en mí que no sabía quien era, estaba perdida, sin rumbo, envuelta en el día día, sin pensar más, haciendo todo en modo mecánico, sin pararme delante del espejo, no me encontraba, no era yo.
El día que decidí hacerme las fotos para mí, jamás hubiese imaginado la sensación que sentí cuando las vi, es algo que no se puede explicar con palabras y mirar que hablo por los codos como aquel que dice, es volver a surgir el amor a primera vista contigo misma.
Muchos diréis, la mayoría, ¿hace falta una sesión de fotos para sentirse así? En mi caso y en el de muchas más mujeres sí.
Ese día se juntaron varios recuerdos, uno super bonito que quedará plasmado en papel toda la vida, otro sentimental que recuperó a la mujer que había dejado de habitar en mí y el tercero, el inicio de empezar a hacer fotografía y demostrar que la talla no importa, que siempre hay que ser una misma.
Ahora miro hacia atrás con añoranza, cada vez hago menos fotografía, sí, lo sé, la falta de tiempo no me permite meterme en todos los proyectos que me gustaría, pero los tiempos cambian y la vida también, ahora me debo de centrar en otros retos, de hecho mientras escribo me da cargo de conciencia porque debería estar estudiando, pero bueno, ya sabéis como soy, me muevo por sentimientos, por ganas de hacer las cosas, mi alma, manda sobre mí y mis deseos de expresión también.
Dejar claro una vez más, que porque haga fotos en lencería o de cualquier otro tipo NO quiero ligar, por favor, dejar ya los mensajitos que estoy un poco harta del asunto, la finalidad de mi fotografía no es esa, es otra muy distinta, por eso en las últimas sesiones apuesto más por el boudoir, porque creo en el, en su magia para con las mujeres y porque bien hecho puede resultar una experiencia y un recuerdo súper bonito para toda la vida a cualquier tipo de mujer.
Feliz fin de semana.
PD. Un pequeña elección de todas las fotografías que he hecho de boudoir desde la primera sesión a la última, por orden L.S., Javier Rey con maquillaje de Helena Molina, Laura Fragoso con maquillaje de Sara Muñoz y Feel Boudoir con maquillaje nuevamente de Helena Molina.